lunes, 24 de noviembre de 2008
Haiku con mención especial en 2do.J
La Fundación Borges premió el haiku de Lucas Puterman.¡Felicitaciones!
Mira el paisaje
Un raro amanecer
Cambia las cosas.
LUCAS PUTERMAN
2do.J
miércoles, 19 de noviembre de 2008
El sabueso de los Baskerville
El sabueso de los Baskerville
Fue el libro que mas me gusto de este año, la mejor parte,,,
-Sabía que Barrymore andaba de noche por la casa y había pensado hablar con él sobre ello -me dijo-. He oído dos o tres veces sus pasos en el corredor, yendo y viniendo, más o menos a la hora que usted menciona. (La luz en el páramo).
¿Cual es el libro y la parte del mismo que mas les gusto?
lunes, 17 de noviembre de 2008
domingo, 16 de noviembre de 2008
El sueño de una noche de verano por William Shakespeare
-Argumento: Es una historia que se desarrolla en Atenas.
Teseo e Hipolita se encuentran en el palacio de Teseo hablando sobre su boda, invitando a los jóvenes de la ciudad. Aparece Egeo diciendo que quiere que su hija Hermia se case con Demetrio (que está enamorado de Hermia), pero ella no quiere, ya que está enamorada de Lisandro. Normalmente el padre decidía el matrimonio de sus hijos. Teseo insiste a Hermia parar que se case con Demetrio, diciendo que si la rechaza lo pagará con la vida o tendrá que meterse religiosa. Hermia y Lisandro se quedan solos y deciden escapar al bosque, por la presión a la que se ven sometidos. Mientras aparece Elena enamorada de Demetrio.
En ese bosque de Atenas ocurren sucesos fantásticos entre las hadas, Oberón y Titania, (rey y reina de las hadas).
Mientras Elena sigue a Demetrio por el bosque, habiendole contado a Demetrio, la fuga de Hermia y Lisandro. Pensando así que Demetrio se fijaría más en ella, y encontrar su amor.
Oberón mando a Puck uno de sus mejores súbditos, para que vertiera un líquido sobre los ojos, ese líquido hacia que una persona se enamorara de la primera persona que viese.
Puck se equivocó y vertió el líquido sobre Lisandro quedandose enamorado de Elena, y dejando Hermia a un lado. También se equivocó vertiendo el líquido a Titania. Pero al final puck lo arregló todo haciendo que Demetrio y Elena se enamorasen y Lisandro y Hermia. Luego aparecen Egeo e Hipolita estrañados de los nuevos romances, pero los aceptaron.
Al final se acaban celebrando las tres bodas, en las bodas actuó Cartabón.
-Adaptaciones al cine:
1935 - Versión dirigida por Max Reinhardt, con presupuesto de superproducción, con Mickey Rooney, James Cagney y Olivia de Havilland entre otros.
1955 - Version dirigida por Ingmar Bergman,con el titulo 'Sonrisas de una noche de verano'.Tiene ciertas semejanzas pero no se hace uso de la trama ni de los dialogos de la obra original.
1982 - Versión dirigida por Woody Allen, con el título 'La comedia sexual de una noche de verano'. Sin intención de parodia, elabora un argumento acerca de un fin de semana en el campo en el que varias parejas ven puestas a prueba sus respectivas relaciones, a imagen de la obra original. Notar sin embargo que no se hace uso de los diálogos ni la trama originales.
1996 - Versión dirigida por Adrian Noble, basada en la adaptación realizada por la Royal Shakespeare Company.
1999 - Versión dirigida por Michael Hoffman, con Kevin Kline (Bottom), Michelle Pfeiffer (Titania), Sophie Marceau (Hipólita), Calista Flockhart (Helena). Adaptación en la que la acción se sitúa en la Toscana a finales del siglo XIX.
Torre de babel
Resumidamente, en este capítulo se relata que: cuando en toda la tierra se utilizaba una sola lengua, los hombres, emigrando del Oriente, después del Diluvio, se instalaron en el país de Sinar; primero edificaron una ciudad y después quisieron construir una Torre que llegara hasta el cielo y así conseguir ser famosos. Pero Dios viendo que estaban llenos de orgullo, les confundió y les castigo con la imposibilidad de entenderse: hablarían idiomas diferentes de modo que no podrían concluir la construcción de la Torre. Y así se dispersaron por la faz de la tierra.
Ahora bien, esta leyenda acerca de la Torre de Babel, y la confusión de lenguas, como sucede con tantas otras, no es original de la Biblia hebrea, sino que fue tomada de las tradiciones de los caldeos y babilonios. George Smith encontró el original en un fragmento mutilado de las Tablillas Asirias. Estos fragmentos de las Tablillas Asirias, evidentemente copiadas casi por completo de los primitivos registros de Babilonia, son innegablemente los originales del Génesis de Moisés, del Diluvio, de la Torre de Babel, del niño Moisés flotante en las aguas y de otros sucesos.
Resulta interesante constatar como en esas tablillas se cuenta el episodio de la Torre de Babel:
"Elevé la cúspide de Etemenanki de la Torre escalera de manera que su cúspide rivalizara con los cielos (...) su cima llegará a los cielos."
"La construcción (...) ofendió a los dioses. En una noche derribaron lo que se había construido, los esparcieron e hicieron extraña su habla, impidieron su progreso."
La similitud con el relato bíblico es asombrosa.
publicado por: Micaela Szejman 2ºj
miércoles, 5 de noviembre de 2008
La Torre de Babel
La Torre de Babel es una construcción mítica mencionada en la Biblia. Según se narra en el capítulo 11 del Génesis, los hombres pretendían, con la construcción de esta torre, alcanzar el Cielo.
Yahveh, para evitar el éxito de la empresa (que se oponía a su propósito de que la humanidad se extendiera por toda la superficie de la Tierra, se multiplicara en ella y la sojuzgara), hizo que los constructores comenzasen a hablar diferentes lenguas, luego de lo cual reinó la confusión y se dispersaron.
Nemrod, quien fue el primero en hacerse rey después del Diluvio, y a quien la Biblia identifica como un poderoso cazador opuesto a Yahveh, es señalado como el verdadero gestor de la idea de llevar a cabo esta enorme empresa. Algunos han intentado identificarlo con Sharrukin o Sargón I de Akkad, el fundador del primer Imperio semita (acadio) de que se tiene memoria. Otros creen ver en este vigoroso cazador la figura del dios asirio Ninurta, dios de la guerra y de la caza que, como Nemrod, se placía en cazar a sus enemigos.
domingo, 26 de octubre de 2008
ROMEO Y JULIETA (L)
Argumento:
En Verona dos familias rivales, los Montesco y los Capuleto. Romeo conoce a Julieta, hija única de los Capuleto y ambos se enamoran a primera vista. Se casan en secreto, con ayuda de Fray Lorenzo. El mismo día de la ceremonia, Teobaldo insulta a Romeo, a pesar de ello este último rehúsa batirse. Mercutio, el mejor amigo de Romeo, entabla duelo a muerte con Teobaldo. Romeo trata de separarlos y Teobaldo aprovecha para herir mortalmente a Mercutio. Romeo reta a Teobaldo y venga a su amigo matando a su adversario. El Príncipe de Verona condena a Romeo al destierro o a la muerte. Romeo huye a Mantua después de una última entrevista con Julieta.
El Conde Paris, pariente del príncipe, pide la mano de Julieta y le es concedida. Julieta se niega y pide auxilio a Fray Lorenzo, quien le aconseja que acepte la boda y le entrega un elixir que la sumirá en un estado parecido a la muerte. Le indica tomarlo la noche anterior a la boda y se compromete a estar con ella cuando despierte en la cripta de su familia, acompañado de Romeo, después ambos jóvenes escaparían. Fray Lorenzo envía un mensajero a Romeo para que venga por Julieta en el momento de despertar. El mensajero no encuentra a Romeo ya que éste, avisado por su criado de que Julieta ha muerto, sale inmediatamente hacia Verona.
Romeo llega a la cripta de los Capuleto encontrándose con Paris, que iba a depositar flores a su futura esposa. El Conde se indigna al ver a Romeo, ambos se baten, resultando vencedor el joven. Romeo se acerca a Julieta, la besa por última vez y toma veneno, falleciendo a los pies de su amada. En ese momento llega Fray Lorenzo, quien se atemoriza al ver los cuerpos de Paris y Romeo.
Julieta despierta y el fraile trata de convencerla para que huya con él, pero la joven se niega al ver a su esposo muerto. Julieta se acerca a Romeo, lo besa y se hiere con el puñal de su esposo, muriendo abrazando a su amado.
PD: MIREN LA PELICULA CON LEONARDO DICAPRIO YO LA VI CON LES Y SE LA RE RECOMIENDO!
Micaela Szejman
miércoles, 22 de octubre de 2008
jueves, 16 de octubre de 2008
Armando Discépolo
Desde sus primeros años Armando manifestó pasión por el teatro. Pero a los 18, cuando muere su padre, decide dedicarse por entero a la profesión. Tuvo la buena fortuna de que Pablo Podestá, el actor más importante del momento, se entusiasmara y aceptara interpretar su primera obra teatral: "Entre el hierro". Fue un éxito. A partir de entonces, Discépolo escribió a razón de una o dos piezas por año, entre las que se destacan "La torcaza", "El novio de mamá", el vodevil "La espada de Damocles" y "El movimiento continuo". En esta última aparece por primera vez la palabra "grotesco" en la escena nacional: corría 1916 y faltaban seis años para que en el país se conociera a Luigi Pirandello (lo que desmiente la versión de que el grotesco criollo sea hijo del genial autor teatral siciliano). Luego llegaron sus obras más reconocidas: "Mustafá", "Giácomo", "Muñeca", "Babilonia", "El organito", "Stéfano", "Cremona" y "Relojero", escritas entre 1921 y 1934. Todas ellas comparten atmósferas depresivas y la exaltación de las contradicciones de sus protagonistas, que -tras una máscara de absurda comicidad- sobrellevan un profundo dolor y viven aferrados a un tiempo avasallado por el "progreso" que los asfixia.
Discépolo supo mostrar las miserias de un orden social muy despiadado e injusto a través de la pintura de la vida cotidiana de humildes, fracasados e inmigrantes, creando el "grotesco criollo", primera y más auténtica expresión del teatro nacional. En 1934 pone en escena "Relojero", que fue la última que escribió, ya que a partir de allí se dedica a la dirección y a empresas de aliento cultural. Eligió obras de Payró, Tolstoi, Somerset Maugham, Chéjov, Bernard Shaw y Shakespeare, y dirigió a todos los actores de su tiempo. La muerte lo acomete en plena actividad, a pesar de sus 83 años, el 8 de enero de 1971.
Romeo y Julieta
http://www.youtube.com/watch?v=vxA_SXUsd40
martin cynowicz
viernes, 10 de octubre de 2008
miércoles, 24 de septiembre de 2008
Romeo y Julieta por william shakespeare
Los personajes más importantes de la obras son:
Julieta: Hija de los Capuleto y esposa secreta de Romeo, fíngese muerta mediante un brebaje que le da Fray Lorenzo, para no ser obligada a casarse con el Conde Paris y escapar más tarde con Romeo. Sin embargo, sus planes fallan y se suicida enterrándose el puñal de Romeo al encontrar a este muerto envenenado.
Teobaldo: Primo de Julieta y sobrino de Montesco, muere al batirse con Romero, después de que mata a Mercutio, el mejor amigo de Romeo.
Mercutio: Pariente del príncipe de Verona y amigo de Romeo. Muere a manos de Teobaldo, cuando Romero trata de evitar el duelo entre estos.
Benvolio: Sobrino de Montesco y primo de Romeo.
Fray Lorenzo: Confesor de Romeo, que ayuda a los dos enamorados a casarse. Y posteriormente ayuda a Julieta, dándole un brebaje para que se finja muerta y posteriormente llevarla con su esposo.
Escala: Príncipe de Verona, cansado de las constantes riñas entre los Montesco y los Capuletos, ordena pena de muerte para aquel que vuelva a causar una querella. Cuando se entera de la muerte de Mercutio por culpa de Teobaldo y la muerte de este por culpa de Romeo, ordena el destierro del último.
Conde Paris: Pariente del príncipe de Verona, Montesco concertó su boda con Julieta. Pero, la supuesta muerte de su prometida lo evita. Muere en duelo contra Romeo cuando ambos se encuentran en el Mausoleo donde yace Julieta.
Ama: Nodriza de Julieta. En un principio apoya el amor de la joven por Romeo, pero después del destierro de este aconseja a Julieta consienta en una nueva boda con Paris.
jueves, 4 de septiembre de 2008
Rodolfo Walsh
Rodolfo Walsh
Autor: Felipe Pigna
El resto es historia conocida.
Antes de partir a Cuba, publicó el Caso Satanowsky, en donde evidenció que matones de la SIDE asesinaron al abogado Marcos Satanowsky debido a oscuros intereses en torno a la propiedad del diario La Razón. En la investigación dio con los culpables.
En Cuba fundó la agencia Prensa Latina junto con su colega y compatriota Jorge Masetti. Había decidido que no sería nunca más un simple observador privilegiado del mundo, sino que quería formar parte activamente de él: como jefe de Servicios Especiales en el Departamento de Informaciones de Prensa Latina, usó sus conocimientos de criptógrafo aficionado para descubrir, a través de unos cables comerciales, la invasión a Bahía de Cochinos, instrumentada por la CIA.
A Cuba fue Walsh a respirar un poco de aire libre. Sus experiencias amorosas con prostitutas cubanas fueron para él también actos de liberación. "... Después de vestirnos le digo ‘¿cuánto es?’, porque ella tiene que seguir trabajando y ella dice ‘lo que quieras’. Pero cuando le doy cinco pesos se sonríe un poco y dice ‘¿tan poco?’. Entonces invento cualquier argumento, porque no estoy resuelto a darle más, porque ahora no quiero ser engañado, ya la jauría del remordimiento y la vergüenza galopa a mis espaldas. Apenas salimos me desahogo de ella lo más pronto que puedo, y es entonces cuando empiezo a preguntarme si me habrán visto, si ella era linda o era un monstruo, y qué habrían dicho en la agencia si me vieran con una muchacha tan negra. Sí, me siento culpable de este gran acto de liberación..."
Walsh escritor
Rodolfo Walsh tuvo una tortuosa relación con la literatura, luego de haberse definido como marxista. “Soy lento, he tardado quince años de pasar del mero nacionalismo a la izquierda.” Después de publicar ¿Quién mató a Rosendo?, dijo: "las cosas cambiaron realmente en 1968, cuando la política lo ocupó todo. Entonces empecé a ser un escritor político. Mis ideas sobre la novela han cambiado".
A Walsh le faltaba la novela para consagrarse como escritor. Pero después de Operación Masacre y de su estadía en Cuba, decidió que ya en Argentina no podía desvincularse la literatura de la política. Él ya había decidido. "Empiezo a asimilar lo básico del marxismo y mi nivel de conciencia es hoy bastante mayor. No aceptaría hoy incluir una cita de un bufón como Manucho (Manuel Mujica Láinez) en la contratapa de un libro (se refiere a Un kilo de oro) ni vacilaría en rechazar una beca en USA, etc."
La novela era, para Walsh, algo así como la representación de los hechos. "Yo prefiero su simple presentación. (...) ¿Eso quiere decir que la novela es lo difícil de decir, lo que se resiste a ser dicho? ¿Lo que me compromete más a fondo? Otra variante que he pensado es que la novela es la última forma del arte burgués, y por eso ya no me satisface".
Ese mismo año, en Madrid, Perón le presenta a Raimundo Ongaro, Secretario General de la CGT de los Argentinos, y el 1º de mayo aparece el semanario CGT, que funda y dirige por expreso pedido de Perón. En 1969 empieza a militar en el Peronismo de Base. "No le entiendo nada -dijo Ongaro luego de leer unos escritos suyos- ¿Escribe para los burgueses?" "Me molestó porque sé que tiene razón", escribió Walsh, luego de este hecho.
Walsh militante
En 1973 comenzó a militar en la organización Montoneros con el grado de Oficial 2° y el alias de Esteban. Creó un sector del Departamento de informaciones de Montoneros y fue su responsable. Junto a su amigo, el poeta Francisco Paco Urondo, participa como fundador y redactor de Noticias. Este diario presentaba los puntos de vista de Montoneros. A principios de 1974, dejó constancia por escrito de sus diferencias de concepción, tácticas y estrategia con la cúpula de Montoneros, en un último intento de cambiar el rumbo, que, de seguir así, llevaba a una segura derrota. No fue escuchado. "Nosotros le decíamos traidores a ellos, a los Vandor, a los Matera, a los Remorino. Pero los traidores éramos nosotros. Porque Perón siempre los apoyó a ellos."
Bajo el golpe de Estado encabezado por Jorge Videla, creó la Agencia Clandestina de Noticias (ANCLA). "Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando. Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror. Haga circular esta información."
El 29 de septiembre de 1976 murió en un enfrentamiento su hija Vicki. Tenía 26 años, una hija y era militante de Montoneros. Murió también su amigo Paco Urondo en Mendoza, perseguido por fuerzas militares conjuntas.
El 24 de marzo al cumplirse un año de la dictadura, envió su famosa Carta Abierta de un escritor a la Junta Militar a las redacciones de los diarios. Nadie la publicó. El 25 de marzo, entre las 13.30 y las 16.00, Walsh fue secuestrado por un grupo de Tareas de la ESMA, comandado por el oficial de Inteligencia García Velasco. Sobrevivientes de la ESMA le acercaron a su hija Patricia Walsh una versión de lo sucedido. Según esa versión Rodolfo debía ser tackleado por el oficial de Marina y ex rugbier Alfredo Astiz, quien falló en su intento. Esto generó una momentánea confusión que permitió a Rodolfo gatillar el revólver calibre 22 que guardaba en la entrepierna. Así hirió a uno de sus agresores, que quedó rengo. A fines del ’77 ese hombre fue galardonado con una medalla en una ceremonia secreta de la ESMA.
viernes, 29 de agosto de 2008
Eduardo Goligorsky - autor de "Orden jerárquico"
En 1962 incursionó por primera vez en el género fantástico con Pesadillas, serie de cuentos que volvió a firmar como James Alistair. En 1963 obtuvo una mención en el II concurso de cuentos de la revista El Escarabajo de Oro con "Un tipo de fierro", y en 1965 su cuento "Uno menos" integró la lista de trabajos seleccionados en el concurso de la revista Hoy en la Cultura, que fueron publicados por la editorial del mismo nombre en la antología XII cuentistas argentinos.
En ese mismo año publicó una serie de artículos en los que reivindicaba la ciencia ficción y la literatura fantástica como formas idóneas —aunque por cierto no exclusivas— para expresar los ideales de un nuevo humanismo y para romper las ataduras de la imaginación creadora.
Ricardo Piglia - autor de "La loca y el relato del crimen"
Ricardo Piglia nació en Adrogué, provincia de Buenos Aires en 1941. Más tarde, en 1955 y debido a "una historia política, una cosa de rencores y odios barriales", su familia se mudó a Mar del Plata, en donde Piglia descubriría a Steve Ratliff ("un yanqui extraño"), el mar y el mundo literario. En 1967 apareció su primer libro de relatos, La invasión, premiado por Casa de las Américas. En 1975 publicó Nombre falso, un libro de relatos que ha sido traducido al francés y al portugués. En 1980 apareció Respiración artificial, de gran repercusión en el ambiente literario y considerada como una de las novelas más representativas de la nueva literatura argentina. Su siguiente novela Ciudad ausente, demoró doce años en aparecer. Basado en esta novela, Piglia elaboró en 1995 el texto de una ópera con música de Gerardo Gandini.
Piglia recibió, en noviembre de 1997, el Premio Planeta por su novela Plata quemada. El premio está dotado de 40.000 dólares y fue otorgado a la novela de Piglia por unánime desición del jurado integrado los escritores Augusto Roa Bastos, Mario Benedetti, Tomás Eloy Martínez y María Esther de Miguel.
Junto a su obra de ficción, Piglia ha desarrollado una tarea de crítico y ensayista, publicando textos sobre Arlt, Borges, Macedonio Fernández, Sarmiento y otros escritores argentinos.
Trabaja actualmente en su cuarta novela, Blanco nocturno, que publicará Seix-Barral. Vive en Buenos Aires, en el barrio de Palermo.
Ricardo Piglia - autor de "La loca y el relato del crimen"
Ricardo Piglia nació en Adrogué, provincia de Buenos Aires en 1941. Más tarde, en 1955 y debido a "una historia política, una cosa de rencores y odios barriales", su familia se mudó a Mar del Plata, en donde Piglia descubriría a Steve Ratliff ("un yanqui extraño"), el mar y el mundo literario. En 1967 apareció su primer libro de relatos, La invasión, premiado por Casa de las Américas. En 1975 publicó Nombre falso, un libro de relatos que ha sido traducido al francés y al portugués. En 1980 apareció Respiración artificial, de gran repercusión en el ambiente literario y considerada como una de las novelas más representativas de la nueva literatura argentina. Su siguiente novela Ciudad ausente, demoró doce años en aparecer. Basado en esta novela, Piglia elaboró en 1995 el texto de una ópera con música de Gerardo Gandini.
Piglia recibió, en noviembre de 1997, el Premio Planeta por su novela Plata quemada. El premio está dotado de 40.000 dólares y fue otorgado a la novela de Piglia por unánime desición del jurado integrado los escritores Augusto Roa Bastos, Mario Benedetti, Tomás Eloy Martínez y María Esther de Miguel.
Junto a su obra de ficción, Piglia ha desarrollado una tarea de crítico y ensayista, publicando textos sobre Arlt, Borges, Macedonio Fernández, Sarmiento y otros escritores argentinos.
Trabaja actualmente en su cuarta novela, Blanco nocturno, que publicará Seix-Barral. Vive en Buenos Aires, en el barrio de Palermo.
miércoles, 27 de agosto de 2008
El chancho que le tenia miedo a los contrabajos
bueno acá va uno ...
El chancho que le tení miedo a los contrabajos
Habí una vez un chancho que le tenia miedo a los contrabajos. Pero este chancho tenia un pequeño problema al hablar: no podua prnunciar guntas la te y la erre y, por ejemplo, en vez de decir "trompo", decia "crompo" asi que todos los animals d ela grnaja se acercaban siempre a hacerle preguntas para que el chancho hablara con su pequeño problema y si se diviertían:
-Chancho, Chancho -Le decia la gallina bataraza- ¿como te subis al arbol?
-Me crepo-Contestaba el Chancho
-Chancho, Chancho-Le decía el perro-¿quién te da de comer?
-El pacron-Responde el Chancho
-Chancho, Chancho-le pregunta la gansa-¿en que te gustaria viajar?
-En cractor-Contestaba el chancho
-Chancho, Chancho-Le preguntaba el burro-¿en qué parte del chiquero dormís?
-Adencro-Contesta el Chancho
En la granja habíia un pato que era frances y hablaba ta raros como el chancho, pero en frances. El pato un dia le dijo al chancho:
-Bonyuu, mesiè le chancho-que en frances quiere decir:"buenos dias, señor chancho"-¿a que le tiene miedo?
Y el chancho dijo:
-A los concrabajos.
-Oh la la, mondie-dijo el pato, que en frances significa:"caramba. por dios"
Y el pato le conto a todos los animales de la grnja que le chancho le tenia miedo a los contrabajos.
-¿Y que es un contrabajo?- le pregunto el burro al pato.
-Oh, un contrabajo, moncheri, es un instrumento musical-dijo el pato
-Chancho, Chancho-le dijo el perro al chancho-¿porque le tenes miedo a los contrabajos?
-Porque tengo miedo de que me acrepan- respondio
-¿Y porque te va a atrear un contrabajo?-le pregunto la gansa
-Nose, ¿vos sos amiga de algun concrabajo?-le dijo le chancho
-No-respondio la gansa
-Ves- Le dijo el chancho-Los concrabaos no tienen amigos
-Pero, mocheri-le dijo el pato-¿alguna vez viste un contrabajo?
-No-Dijo el chancho-Y eso que me da miedo, porque si lo veo,¿como me voy a dar cuenta de que es un concrabajos?
-Ya se-Dijo el burro-Podes preguntarle si es un contrabajo
-Cierto-dijo el ganso-Mas vale no cruzarce con un contrabajo una noche oscura
-¿Poj que una noche oscuja?-Preguntó el pato
-Porque las noches oscuras me dan mido-Dijo el ganso
Entonces todos le preguntaron al ganso porque le temía a las noches oscuras.Pero eso es otra historia.
Besos... Chule (:
Rosaura a las 10...
Me dijo que no lo leyó para la escuela,,,, lo leyó alrededor de los 20 años y dijo que le gusto mucho!!!!
Tarde pero seguro…
SUERTE!
martes, 26 de agosto de 2008
Que es un Haiku?
Orden Jerárquico
El tratamiento del tema policial rompe con el clásico relato de enigma. Ya no es el asesino particular sino un asesino a sueldo, un profesional. Esta particularidad es una de las característica con que se identifica al policial negro.
Abáscal, protagonista de este cuento, es una pieza más de ese engranaje. Se siente orgullo de su trabajo y de su desempeño.
No persigue un móvil personal, no elige a la víctima sino que le es asignado. Cumple con un pedido , ejecuta una orden que le viene impuesta desde arriba. No la discute ni la cuestiona. No pone obstáculos. A veces ni siquiera conoce a su víctima, aunque él no se plantea en términos de víctima sino de simple objetivo a alcanzar.''
haikus
REGRESO.
EN EL JARDIN HAY FLORES
QUE NO CONOZCO.
ACOSTADOS,
EL MIRA A LA DERECHA
Y ELLA A LA IZQUIERDA.
COLORES.
PASA LA NUBE.
OTROS COLORES
alicia arias
SOPLA EL VIENTO.
UN PERRO QUE LADRA
TAMBIEN LO ESCUCHA.
HAIKUS.
Orígenes [editar]
Cuando la escritura china llegó a Japón, aproximadamente en el siglo VIII de nuestra era, en pleno esplendor Tang, ya tenía más de 20 siglos de historia. En ese momento Japón salió de la prehistoria y comenzó la producción de su rica literatura. La poesía china clásica tuvo una gran influencia en la literatura japonesa y el estilo de los poetas chinos fue muy imitado. Los orígenes directos del haikú están en el haikai. El haikai es una forma poética marcada, ya que generalmente su contenido se basa en lo cómico y lo divertido. Al pasar el tiempo, el haikai se asoció a otro estilo de composición poético llamado Renga, formándose así una derivación del Renga, el Haikai-no-Renga. El Haikai-no-Renga era una sucesión de poemas Haikai, manteniendo su estilo.
El primer poema que iniciaba esta sucesión se denominaba Hokku. Matsuo Basho, poeta muy afamado en el arte del haikai, separó el primer poema del Haikai-no-Renga (el Hokku) y por ende lo independizó del Renga, dándole al Hokku una personalización estética y expresiva. Pero Basho también llamaba Haiku al Hokku . Esto hizo que en los inicios, el Hokku fuera lo mismo que el Haiku.
Pero con el paso del tiempo, poetas como Masaoka Shiki separaron sustancialmente el haiku del Hokku, conservando este último la vis "cómica", mientras el haiku adquiría un momento espiritual
lunes, 25 de agosto de 2008
Temas de la prueba
-Preguntas de relación entre ROSAURA A LAS DIEZ y LOS VECINOS MUEREN EN LAS NOVELAS. Ver repaso en la carpeta.
-Repaso de oración bimembre y unimembre. Subrayado y reconocimiento de estructuras sintácticas. Ver carpeta.
-Uso de conectores. (porque, ya que, como, dado que, debido a, entonces, por eso, por lo tanto, pero, sin embargo) Ver ejercicios en la carpeta y en LENGUA 8 p.176 y 177.
Paula Luna
domingo, 24 de agosto de 2008
Prueba
Hola, Paula me podrías decir los temas que entran en la prueba y los libros que entran también...??
O decirme donde lo puedo ver?
Muchas gracias!!!
viernes, 22 de agosto de 2008
ROSAURA A LAS DIEZ
La novela de Denevi había ganado el premio Kraft en 1955, y a Soffici le interesó trasladarla al cine desde el momento en que la leyó. Pero sus intenciones eran las de crear un texto fílmico diferente al texto literario, y de continuar con los elementos creativos que había incorporado en Barrio gris. Para esto trabajó en conjunto con Denevi para desarrollar el guión, pero éste no quedó contento con el resultado. Además de esto, Soffici debió enfrentar la posibilidad de que le impusieran a Mirtha Legrand como protagonista, cosa que no sucedió.
Este film está formado por episodios, cada uno está narrado por diferentes personajes. Llama la atención que dentro del episodio narrado por la propietaria, pase a narrar el señor Camilo (flashback de por medio).
declaración de la Señora Milagros, propietaria de la hospedería La Madrileña
declaración de David Reguel
declaración de Camilo Canegato
declaración de la señora Eufrasia
episodio de la carta
lunes, 11 de agosto de 2008
Había una vez un hombre que vivía en Buenos Aires, y estaba muy contento porque era un hombre sano y trabajador. Pero un día se enfermó, y los médicos le dijeron que solamente yéndose al campo podría curarse. Él no quería ir, porque tenía hermanos chicos a quienes daba de comer; y se enfermaba cada día más. Hasta que un amigo suyo, que era director del Zoológico, le dijo un día:
—Usted es amigo mío, y es un hombre bueno y trabajador. Por eso quiero que se vaya a vivir al monte, a hace mucho ejercicio al aire libre para curarse. Y como usted tiene mucha puntería con la escopeta, cace bichos del monte para traerme los cueros, y yo le daré plata adelantada para que sus hermanitos puedan comer bien.
El hombre enfermo aceptó, y se fue a vivir al monte, lejos, más lejos que Misiones todavía. Hacía allá mucho calor, y eso le hacía bien.
Vivía solo en el bosque, y él mismo se cocinaba. Comía pájaros y bichos del monte, que cazaba con la escopeta, y después comía frutos. Dormía bajo los árboles, y cuando hacía mal tiempo construía en cinco minutos una ramada con hojas de palmera, y allí pasaba sentado y fumando, muy contento en medio del bosque que bramaba con el viento y la lluvia.
Había hecho un atado con los cueros de los animales, y lo llevaba al hombro. Había también agarrado vivas muchas víboras venenosas, y las llevaba dentro de un gran mate, porque allá hay mates tan grandes como una lata de kerosene.
El hombre tenía otra vez buen color, estaba fuerte y tenía apetito. Precisamente un día que tenía mucha hambre, porque hacía dos días que no cazaba nada, vio a la orilla de una gran laguna un tigre enorme que quería comer una tortuga, y la ponía parada de canto para meter dentro una pata y sacar la carne con las uñas. Al ver al hombre el tigre lanzó un rugido espantoso y se lanzó de un salto sobre él. Pero el cazador, que tenía una gran puntería, le apuntó entre los dos ojos, y le rompió la cabeza. Después le sacó el cuero, tan grande que él solo podría servir de alfombra para un cuarto.
—Ahora —se dijo el hombre—, voy a comer tortuga, que es una carne muy rica.
Pero cuando se acercó a la tortuga, vio que estaba ya herida, y tenía la cabeza casi separada del cuello, y la cabeza colgaba casi de dos o tres hilos de carne.
A pesar del hambre que sentía, el hombre tuvo lástima de la pobre tortuga, y la llevó arrastrando con una soga hasta su ramada y le vendó la cabeza con tiras de género que sacó de su camisa, porque no tenía más que una sola camisa, y no tenía trapos. La había llevado arrastrando porque la tortuga era inmensa, tan alta como una silla, y pesaba como un hombre.
La tortuga quedó arrimada a un rincón, y allí pasó días y días sin moverse.
El hombre la curaba todos los días, y después le daba golpecitos con la mano sobre el lomo.
La tortuga sanó por fin. Pero entonces fue el hombre quien se enfermó. Tuvo fiebre, y le dolía todo el cuerpo.
Después no pudo levantarse más. La fiebre aumentaba siempre, y la garganta le quemaba de tanta sed. El hombre comprendió entonces que estaba gravemente enfermo, y habló en voz alta, aunque estaba solo, porque tenía mucha fiebre.
—Voy a morir —dijo el hombre—. Estoy solo, ya no puedo levantarme más, y no tengo quien me dé agua, siquiera. Voy a morir aquí de hambre y de sed.
Y al poco rato la fiebre subió más aún, y perdió el conocimiento.
Pero la tortuga lo había oído, y entendió lo que el cazador decía. Y ella pensó entonces:
—El hombre no me comió la otra vez, aunque tenía mucha hambre, y me curó. Yo le voy a curar a él ahora.
Fue entonces a la laguna, buscó una cáscara de tortuga chiquita, y después de limpiarla bien con arena y ceniza la llenó de agua y le dio de beber al hombre, que estaba tendido sobre su manta y se moría de sed. Se puso a buscar enseguida raíces ricas y yuyitos tiernos, que le llevó al hombre para que comiera. El hombre comía sin darse cuenta de quién le daba la comida, porque tenía delirio con la fiebre y no conocía a nadie.
Todas las mañanas, la tortuga recorría el monte buscando raíces cada vez más ricas para darle al hombre, y sentía no poder subirse a los árboles para llevarle frutas.
El cazador comió así días y días sin saber quién le daba la comida, y un día recobró el conocimiento. Miró a todos lados, y vio que estaba solo, pues allí no había más que él y la tortuga, que era un animal. Y dijo otra vez en voz alta:
—Estoy solo en el bosque, la fiebre va a volver de nuevo, y voy a morir aquí, porque solamente en Buenos Aires hay remedios para curarme. Pero nunca podré ir, y voy a morir aquí.
Pero también esta vez la tortuga lo había oído, y se dijo:
—Si queda aquí en el monte se va a morir, porque no hay remedios, y tengo que llevarlo a Buenos Aires.
Dicho esto, cortó enredaderas finas y fuertes, que son como piolas, acostó con mucho cuidado al hombre encima de su lomo, y lo sujetó bien con las enredaderas para que no se cayese. Hizo muchas pruebas para acomodar bien la escopeta, los cueros y el mate con víboras, y al fin consiguió lo que quería, sin molestar al cazador, y emprendió entonces el viaje.
La tortuga, cargada así, caminó, caminó y caminó de día y de noche. Atravesó montes, campos, cruzó a nado ríos de una legua de ancho, y atravesó pantanos en que quedaba casi enterrada, siempre con el hombre moribundo encima. Después de ocho o diez horas de caminar, se detenía, deshacía los nudos, y acostaba al hombre con mucho cuidado, en un lugar donde hubiera pasto bien seco.
Iba entonces a buscar agua y raíces tiernas, y le daba al hombre enfermo. Ella comía también, aunque estaba tan cansada que prefería dormir.
A veces tenía que caminar al sol; y como era verano, el cazador tenía tanta fiebre que deliraba y se moría de sed. Gritaba: ¡agua!, ¡agua!, a cada rato. Y cada vez la tortuga tenía que darle de beber.
Así anduvo días y días, semana tras semana. Cada vez estaban más cerca de Buenos Aires, pero también cada día la tortuga se iba debilitando, cada día tenía menos fuerza, aunque ella no se quejaba. A veces se quedaba tendida, completamente sin fuerzas, y el hombre recobraba a medias el conocimiento. Y decía, en voz alta:
—Voy a morir, estoy cada vez más enfermo, y sólo en Buenos Aires me podría curar. Pero voy a morir aquí, solo, en el monte.
Él creía que estaba siempre en la ramada, porque no se daba cuenta de nada. La tortuga se levantaba entonces, y emprendía de nuevo el camino.
Pero llegó un día, un atardecer, en que la pobre tortuga no pudo más. Había llegado al límite de sus fuerzas, y no podía más. No había comido desde hacía una semana para llegar más pronto. No tenía más fuerza para nada.
Cuando cayó del todo la noche, vio una luz lejana en el horizonte, un resplandor que iluminaba el cielo, y no supo qué era. Se sentía cada vez más débil, y cerró entonces los ojos para morir junto con el cazador, pensando con tristeza que no había podido salvar al hombre que había sido bueno con ella.
Y sin embargo, estaba ya en Buenos Aires, y ella no lo sabía. Aquella luz que veía en el cielo era el resplandor de la ciudad, e iba a morir cuando estaba ya al fin de su heroico viaje.
Pero un ratón de la ciudad —posiblemente el ratoncito Pérez— encontró a los dos viajeros moribundos.
—¡Qué tortuga! —dijo el ratón—. Nunca he visto una tortuga tan grande. ¿Y eso que llevas en el lomo, qué es? ¿Es leña?
—No —le respondió con tristeza la tortuga—. Es un hombre.
—¿Y adónde vas con ese hombre? —añadió el curioso ratón.
—Voy... voy... Quería ir a Buenos Aires —respondió la pobre tortuga en una voz tan baja que apenas se oía—. Pero vamos a morir aquí, porque nunca llegaré...
—¡Ah, zonza, zonza! —dijo riendo el ratoncito—. ¡Nunca vi una tortuga más zonza! ¡Si ya has llegado a Buenos Aires! Esa luz que ves allá, es Buenos Aires.
Al oír esto, la tortuga se sintió con una fuerza inmensa, porque aún tenía tiempo de salvar al cazador, y emprendió la marcha.
Y cuando era de madrugada todavía, el director del Jardín Zoológico vio llegar a una tortuga embarrada y sumamente flaca, que traía acostado en su lomo y atado con enredaderas, para que no se cayera, a un hombre que se estaba muriendo. El director reconoció a su amigo, y él mismo fue corriendo a buscar remedios, con los que el cazador se curó enseguida.
Cuando el cazador supo cómo lo había salvado la tortuga, cómo había hecho un viaje de trescientas leguas para que tomara remedios, no quiso separarse más de ella. Y como él no podía tenerla en su casa, que era muy chica, el director del Zoológico se comprometió a tenerla en el Jardín, y a cuidarla como si fuera su propia hija.
Y así pasó. La tortuga, feliz y contenta con el cariño que le tienen, pasea por todo el jardín, y es la misma gran tortuga que vemos todos los días comiendo el pastito alrededor de las jaulas de los monos.
martes, 5 de agosto de 2008
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ADEMAS DE LEER EL LIBRO LOS VECINOS MUEREN EN LAS NOVELAS
HAY ALGO DE CUENTOS POLICIALES ARGENTINOS
GRACIAS Y PORFAVOR RESPONDAN LO ANTES POSIBLE!
SALUDOS
MICAELA SZEJMAN
viernes, 1 de agosto de 2008
Los vecinos mueren en las novelas Sergio Aguirre
Una sorpresa para John
Sergio Aguirre, escritor y psicólogo, nació en Córdoba, Argentina, en 1961. Su primer libro, "La venganza de la vaca", recibió el Accésit del premio Latinoamericano de Literatura Infantil y Juvenil Norma-Fundacultura 1998.
"Los vecinos mueren en las novelas" es su segunda novela. Tiene un título con intriga, pero que no da ninguna pista sobre lo que puede llegar a pasar a lo largo de la historia. Esta novela trata de un hombre llamado John Bland que con su novia se mudan a una casa en el campo. La mujer se va y él decide ir a visitar a su nueva vecina, Emma Greenwold. Pasan toda la tarde contando relatos, conociéndose, hasta que algo raro ocurre: lo que había sido todo el tiempo una charla amistosa, se convierte en una discusión cada vez más fuerte a partir de la cual se empezará a entender el título de la novela.
Ésta es una historia muy atrapante que deja con intriga hasta los últimos capítulos que son muy buenos porque uno no puede parar de leer, y en los que nunca se puede suponer lo que va a pasar.
martes, 22 de julio de 2008
martes, 15 de julio de 2008
Los vecinos mueren en las novelas
"Porque todo comenzará así: un hombre que tiene por costumbre visitar a sus nuevos vecinos llega a la casa de una anciana absolutamente desconocida. Él mismo no sabe, hasta que llama a la puerta, que ha decidido matarla".
Así dice la frase preámbulo de la contracubierta de la edición, publicada por editorial Norma, del segundo de los libros del escritor cordobés Sergio Aguirre. En este libro sobresale nuevamente la característica que predominó en su obra anterior: la capacidad de contar historias escalofriantes y aterradoras unidas por un delgado hilo que las conecta entre sí, en un mismo ambiente cargado de suspense y sospechas en el cual se lleva a cabo toda la obra.
Particularmente considero a Sergio Aguirre uno de los mejores escritores que he leído jamás. Sus obras están llenas de todo lo que uno espera encontrar en un buen libro, especialmente para los amantes de los cuentos policiales, fantásticos, de terror, etcétera. Porque la ciencia que caracteriza sus relatos es exquisita, y abunda en descripciones y retratos alucinantes.
En "Los vecinos mueren en las novelas", el autor juega con una sorprendente y bien seleccionada colección de pequeños relatos que abordan un misterio en común, pero indefinido, que sólo se aclara completamente, y acaba de unir a cada historia entre sí, en la última página: se trata de la historia de una mujer que, viajando en tren, escucha el aterrador relato de una joven que se encuentra desesperada. La trama nos lleva hasta el momento de la terrorífica historia de la joven, y luego de vuelta al tren. Y lo más curioso es que esta mujer que escuchó cada palabra de la joven es la misma anciana que años adelante le contará la historia a su nuevo vecino.
Pero no termina ahí: otra serie de historias, todas ellas relacionadas, empiezan a relatarse en la casa de la anciana. Muchas de ellas presentan otros puntos de vista de la historia de la joven -como por ejemplo el del siniestro vecino de al lado- y el lector empieza a dudar sobre la autenticidad de estas historias, porque en la casa de la anciana señora Greenwold se está desencadenando una batalla entre las historias de esta mujer y su vecino, que casualmente es escritor, por ver quién relata una historia, una anécdota, que atemorice más al otro.
Finalmente, la tensión se agrava hasta el punto en que las historias empiezan a venir con amenazas de muerte, como por ejemplo la historia en que el hombre que tenía por costumbre visitar a sus nuevos vecinos, decide visitar a su nueva vecina. Y en una serie de historias aterradoras de tiempos pasados... decide matarla.
El autor
Sergio Aguirre nació en la provincia de Córdoba (Argentina) en el año 1961. Es escritor y psicólogo. Su primer libro, “La venganza de la vaca”, ganó el Accésit del Premio Latinoamericano de Literatura Infantil y Juvenil Norma-Fundalectura 1998. “Los vecinos mueren en las novelas” (2000) es su segunda obra, y “El misterio de Crantock” la última hasta el momento.
Sinopsis
“Los vecinos mueren en las novelas” comienza con un escritor de novelas policiales que se muda con su esposa a una tranquila casa lejos de la ciudad, en un páramo prácticamente deshabitado. Este hombre sospecha algo de su esposa, quién siempre debe "salir corriendo" a ver a su padre. Entonces, en una de sus salidas, este hombre se dirige a visitar a su nueva vecina (prácticamente la única por los alrededores) dónde ella lo invita a tomar té y hablar un rato. Y entonces empieza el horror: comienzan a contarse historias verdaderamente perversas, y este escritor poco a poco libera todos sus sentimientos y preocupaciones, narrando historias supuestamente reales de acontecimientos que cuenta sin mencionar nombres ni fechas, y poco a poco, a medida que avanza la historia, que nos mantiene permanentemente pegados al libro desde el principio hasta el final, vamos armando este increíble rompecabezas y descubriendo los mensajes subliminales...
Comentario final
Si bien son muchos los vecinos y son muchas las historias, y todo pasa en una sola novela, cuyo título acaba sorprendiéndonos al final, al igual que el de su primera obra, "La venganza de la vaca", Sergio Aguirre ha sabido narrar una historia que a pesar de sus increíbles hechos no se despega de la línea de suspense que comprende cada página, y todas las preguntas sólo abarcan interpretaciones y suposiciones, hasta la última palabra del libro, y recién ahí entenderemos completamente la historia.
lunes, 14 de julio de 2008
El loro pelado Horacio Quiroga
Un día un hombre bajó de un tiro a un loro centinela, el que cayó herido y peleó un buen rato antes de dejarse agarrar. El peón lo llevó a la casa, para los hijos del patrón, los chicos lo curaron porque no tenía más que un ala rota. El loro se curó muy bien, y se amansó completamente. Se llamaba Pedrito. Aprendió a dar la pata; le gustaba estar en el hombro de las personas y con el pico les hacía cosquillas en la oreja.Vivía suelto, y pasaba casi todo el día en los naranjos y eucaliptos del jardín. Le gustaba también burlarse de las gallinas. A las cuatro o cinco de la tarde, que era la hora en que tomaban el té en la casa, el loro entraba también en el comedor, y se subía con el pico y las patas por el mantel, a comer pan mojado en leche. Tenía locura por el té con leche.Tanto se daba Pedrito con los chicos, y tantas cosas le decían las criaturas, que el loro aprendió a hablar. Decía: "¡Buen día. lorito!..." "¡Rica la papa!..." "¡Papa para Pedrito!..." Decía otras cosas más que no se pueden decir, porque los loros, como los chicos, aprenden con gran facilidad malas palabras.Cuando llovía, Pedrito se encrespaba y se contaba a sí mismo una porción de cosas, muy bajito. Cuando el tiempo se componía, volaba entonces gritando como un loco.Era, como se ve, un loro bien feliz, que además de ser libre, como lo desean todos los pájaros, tenía también, como las personas ricas, su five o'clock tea.
Ahora bien: en medio de esta felicidad, sucedió que una tarde de lluvia salió por fin el sol después de cinco días de temporal, y Pedrito se puso a volar gritando:-"¡Qué lindo día, lorito!... ¡Rica papa!... ¡La pata, Pedrito!..."-y volaba lejos, hasta que vio debajo de él, muy abajo, el río Paraná, que parecía una lejana y ancha cinta blanca. Y siguió, siguió, siguió volando, hasta que se asentó por fin en un árbol a descansar.Y he aquí que de pronto vio brillar en el suelo, a través de las ramas, dos luces verdes, como enormes bichos de luz.-¿Qué será?-se dijo el loro-. "¡Rica, papa!..." ¿Qué será eso?... "¡Buen día, Pedrito!..."El loro hablaba siempre así, como todos los loros, mezclando las palabras sin ton ni son, y a veces costaba entenderlo. Y como era muy curioso, fue bajando de rama en rama, hasta acercarse. Entonces vio que aquellas dos luces verdes eran los ojos de un tigre que estaba agachado, mirándolo fijamente.Pero Pedrito estaba tan contento con el lindo día, que no tuvo ningún miedo.
-¡Buen día, tigre!-le dijo-. "¡La pata, Pedrito!..."
Y el tigre, con esa voz terriblemente ronca que tiene le respondió:-¡Bu-en-día!
-¡Buen día, tigre! -repitió el loro-. "¡Rica papa!... ¡rica papa!... ¡rica papa!..."Y decía tantas veces "¡rica papa!" porque ya eran las cuatro de la tarde, y tenía muchas ganas de tomar té con leche. El loro se había olvidado de que los bichos del monte no toman té con leche, y por esto lo convidó al tigre.-¡Rico té con leche!-le dijo-. "¡Buen día, Pedrito!..." ¿Quieres tomar té con leche conmigo, amigo tigre?Pero el tigre se puso furioso porque creyó que el loro se reía de él, y además, como tenía a su vez hambre se quiso comer al pájaro hablador. Así que le contestó:-¡Bue-no! ¡Acérca-te un po-co que soy sordo!El tigre no era sordo; lo que quería era que Pedrito se acercara mucho para agarrarlo de un zarpazo. Pero el loro no pensaba sino en el gusto que tendrían en la casa cuando él se presentara a tomar té con leche con aquel magnífico amigo. Y voló hasta otra rama más cerca del suelo.-¡Rica papa, en casa! -repitió, gritando cuanto podía.-¡Más cer-ca! ¡No oi-go!-respondió el tigre con su voz ronca.El loro se acercó un poco más y dijo:-¡Rico té con leche!-¡Más cer-ca toda-vía!-repitió el tigre.El pobre loro se acercó aun más, y en ese momento el tigre dio un terrible salto, tan alto como una casa, y alcanzó con la punta de las uñas a Pedrito. No alcanzó a matarlo, pero le arrancó todas las plumas del lomo y la cola entera. No le quedó una sola pluma en la cola.-¡Tomá! -Rugió el tigre-. Andá a tomar té con leche...El loro, gritando de dolor y de miedo, se fue volando, pero no podía volar bien, porque le faltaba la cola que es como el timón de los pájaros. Volaba cayéndose en el aire de un lado para otro, y todos los pájaros que lo encontraban se alejaban asustados de aquel bicho raro.Por fin pudo llegar a la casa, y lo primero que hizo fue mirarse en el espejo de la cocinera. ¡Pobre Pedrito! Era el pájaro más raro y más feo que puede darse, todo pelado, todo rabón y temblando de frío. ¿Cómo iba a presentarse en el comedor; con esa figura? Voló entonces hasta el hueco que había en el tronco de un eucalipto y que era como una cueva, y se escondió en el fondo, tiritando de frío y de vergüenza.Pero entretanto, en el comedor todos extrañaban su ausencia:-¿Dónde estará Pedrito?-decían. Y llamaban: ¡Pedrito! ¡Rica papa, Pedrito! ¡Té con leche, Pedrito!Pero Pedrito no se movía de su cueva, ni respondía nada, mudo y quieto. Lo buscaron por todas partes, pero el loro no apareció. Todos creyeron entonces que Pedrito había muerto, y los chicos se echaron a llorar.Todas las tardes, a la hora del té, se acordaban siempre del loro, y recordaban también cuánto le gustaba comer pan mojado en té con leche. ¡Pobre Pedrito! Nunca más lo verían porque había muerto.Pero Pedrito no había muerto, sino que continuaba en su cueva sin dejarse ver por nadie, porque sentía mucha vergüenza de verse pelado como un ratón. De noche bajaba a comer y subía en seguida. De madrugada descendía de nuevo, muy ligero, e iba a mirarse en el espejo de la cocinera, siempre muy triste porque las plumas tardaban mucho en crecer.Hasta que por fin un día, o una tarde, la familia sentada a la mesa a la hora del té vio entrar a Pedrito muy tranquilo, balanceándose como si nada hubiera pasado. Todos se querían morir, morir de gusto cuando lo vieron bien vivo y con lindísimas plumas.-¡Pedrito, lorito!-le decían-. ¡Qué te pasó, Pedrito! ¡Qué plumas brillantes que tiene el lorito!Pero no sabían que eran plumas nuevas, y Pedrito, muy serio, no decía tampoco una palabra. No hacía sino comer pan mojado en té con leche. Pero lo que es hablar, ni una sola palabra.Por eso, el dueño de casa se sorprendió mucho cuando a la mañana siguiente el loro fue volando a pararse en su hombro, charlando como un loco. En dos minutos le contó lo que había pasado: Un paseo al Paraguay, su encuentro con el tigre, y lo demás; y concluía cada cuento cantando:-¡Ni una pluma en la cola de Pedrito! ¡Ni una pluma! ¡Ni una pluma!Y lo invitó a ir a cazar al tigre entre los dos.El dueño de casa, que precisamente iba en ese momento a comprar una piel de tigre que le hacía falta para la estufa, quedó muy contento de poderla tener gratis. Y volviendo a entrar en la casa para tomar la escopeta, emprendió junto con Pedrito el viaje al Paraguay. Convinieron en que cuando Pedrito viera al Tigre, lo distraería charlando, para que el hombre pudiera acercarse despacito con la escopeta.Y así pasó. El loro, sentado en una rama del árbol, charlaba y charlaba, mirando al mismo tiempo a todos lados, para ver si veía al tigre. Y por fin sintió un ruido de ramas partidas, y vio de repente debajo del árbol dos luces verdes fijas en él: eran los ojos del tigre.Entonces el loro se puso a gritar:-¡Lindo día!... ¡Rica papa!... ¡Rico té con leche!... ¿Querés té con leche?. ..El tigre enojadísimo al reconocer a aquel loro pelado que él creía haber muerto, y que tenía otra vez lindísimas plumas, juró que esa vez no se le escaparía, y de sus ojos brotaron dos rayos de ira cuando respondió con su voz ronca:-¡Acer-ca-te más! ¡Soy sor-do!El loro voló a otra rama más próxima, siempre charlando:-¡Rico, pan con leche! ... ¡ESTA AL PIE DE ESTE ÁRBOL ! ...Al oír estas últimas palabras, el tigre, lanzó un rugido y se levantó de un salto.-¿Con quién estás hablando?-bramó-. ¿A quién le has dicho que estoy al pie de este árbol?-¡A nadie, a nadie!-gritó el loro-. "¡Buen día, Pedrito! ... ¡La pata, lorito! ... "Y seguía charlando y saltando de rama en rama, y acercándose. Pero él había dicho: está al pie de este árbol para avisarle al hombre, que se iba arrimando bien agachado y con la escopeta al hombro.Y llegó un momento en que el loro no pudo acercarse más, porque si no, caía en la boca del tigre, y entonces gritó:-"¡Rica papa! ... " ¡ATENCIÓN!-¡Más cer-ca aun!-rugió el tigre, agachándose para saltar.-¡Rico, té con leche!... ¡CUIDADO VA A SALTAR!Y el tigre saltó, en efecto. Dio un enorme salto, que el loro evitó lanzándose al mismo tiempo como una flecha en el aire. Pero también en ese mismo instante el hombre, que tenía el cañón de la escopeta recostado contra un tronco para hacer bien la puntería, apretó el gatillo, y nueve balines del tamaño de un garbanzo cada uno entraron como un rayo en el corazón del tigre, que lanzando un bramido que hizo temblar el monte entero, cayó muerto.Pero el loro, ¡qué gritos de alegría daba! ¡Estaba loco de contento, porque se había vengado-¡y bien vengado!-del feísimo animal que le había sacado las plumas!El hombre estaba también muy contento, porque matar a un tigre es cosa difícil, y, además, tenía la piel para la estufa del comedor.Cuando llegaron a la casa, todos supieron por qué Pedrito había estado tanto tiempo oculto en el hueco del árbol y todos lo felicitaron por la hazaña que había hecho.Vivieron en adelante muy contentos. Pero el loro no se olvidaba de lo que le había hecho el tigre, y todas las tardes, cuando entraba en el comedor para tomar el té se acercaba siempre a la piel del tigre, tendida delante de la estufa, y lo invitaba a tomar té con leche.-¡Rica papa!... -le decía-. ¿Querés té con leche?. ¡La papa para el tigre!...Y todos se morían de risa. Y Pedrito también.
domingo, 13 de julio de 2008
"Los vecinos mueren en las novelas" es su segunda novela. Este título deja con intriga, y nunca esperarás lo que va a ocurrir, y ése es uno de los aciertos del autor.
Esta novela se trata de una pareja que se va a vivir al campo y la mujer con la excusa de que va a visitar a su padre, se va a encontrar con su amante. Mientras tanto, el hombre va a visitar a su nueva vecina, una viejita. Pasan toda la tarde contando historias y conociendo la vida del otro. Blond era escritor y por eso le gustaba contarle relatos y uno de los que le contó era sobre una pareja que se va a vivir al campo y la mujer dice que se va a visitar a su papá, que está en el hospital, pero el hombre sabe que es mentira, que se fue con su amante. El hombre va a la casa de su nueva vecina, una anciana y pasan la tarde contando relatos y la ansiedad de matarla es cada vez más grande hasta que la mata.
Frente a este relato, la anciana comienza a tener miedo.
Esta atrapante historia te va a dejar sin un minuto de descanso, no vas a poder dejar de leer porque tenés que saber lo que va a pasar.